OTRA FORMA DE COMUNICARSE SÍ ES POSIBLE
Hoy os quiero hablar de la importancia que tiene la manera cómo nos comunicamos con las personas de nuestro entorno. Tanto con nuestras familias como en nuestros ámbitos laborales.
Quizás muchos de nosotros nos hemos educado en ambientes donde no se han cuidado en especial las formas de comunicarnos, dónde los gritos y las malas maneras estaban a la orden del día.
En mi caso esto ha propiciado que me haya sensibilizado especialmente con este tema. Y que perciba a un nivel más emocional, cómo discurren las conversaciones en las que estoy presente o de las que me hacen partícipe de alguna manera.
En los procesos de coaching personal y a familias habitualmente trabajamos el mejorar los hábitos de comunicación. Muchos de ellos adquiridos a lo largo de los años y en muchas ocasiones de manera totalmente inconsciente. Pero que, sin duda, no están favoreciendo el poder tener una convivencia sana a nivel de comunicación, o sea una comunicación empática.
La empatía como pilar fundamental
Me gustaría destacar la importancia de la empatía como pilar fundamental de una comunicación sana. Entendiendo por empatía la capacidad que tenemos cada uno de nosotros, en mayor o menor medida, de saber ponernos en el lugar de la otra persona, de colocarnos simbólicamente en sus zapatos. Lo cual no quiere decir que tengamos que estar de acuerdo totalmente con su postura, pero sí incidir en una mayor comprensión de lo que esa persona puede estar sintiendo a nivel emocional, desde su posición y no desde la nuestra únicamente.
Aprecio y gratitud
En cualquier relación que establezcamos y que verdaderamente nos importe, debería estar muy presente el aprecio. En el sentido de reconocer que esa relación es importante para nosotros y como tal la energía que estamos depositando en ella queremos que sea de calidad.
Este aprecio acompañado de una buena dosis de agradecimiento, expresado desde nuestra parte más sincera y genuina, llevará a estar en capacidad de poder dar el reconocimiento honesto que las actuaciones de los demás se merecen. Sin que las interpretaciones personales y los juicios monopolicen nuestras comunicaciones.
Sí, ya sé que pensarás que es fácil decirlo, pero ¿qué hacer cuando te encuentras en medio de una conversación «difícil»?
La Comunicación No Violenta (CNV) que fue creada por Marshall B.Rosenberg te invita a considerar que:
- Observes sin juzgar, ciñéndote a la imagen fiel de los hechos. Observación
- Expreses lo que estás sintiendo a cerca de lo que has observado. Sentimiento
- Identifiques qué necesidades no están satisfechas relacionadas con esos sentimientos. Necesidades
- Expreses tu petición en positivo, teniendo en cuenta tus necesidades y empatizando con las de la otra persona. Petición
Pero lo más importante es mantener la conexión con la otra persona desde el aprecio, en la medida que esa relación es importante para ti. Una comunicación únicamente desde la cabeza no te permite empatizar ni llegar a los resultados más equitativos para las dos partes. Por mucho que siguieras los pasos de la CNV (Observación, Sentimiento, Necesidades, Petición) nunca se sentiría una conversación genuina y honesta si no conectas desde tu corazón. Es desde ahí, desde donde podrás conseguir una comunicación empática real.
Para más información de CNV podéis consultar https://www.asociacioncomunicacionnoviolenta.org/que-es-la-cnv/