Algo que más me preguntan en sesión es….¿Por qué todo me supone tanto Esfuerzo para conseguirlo?
La verdad que existe una creencia muy generalizada que nos hace pensar que para conseguir nuestros objetivos debemos de destinar mucho ESFUERZO.
Y sin duda hay momentos en que tu experiencia personal te confirma que eso es así. Aunque no debería de ser la tónica general en nuestras vidas, sino todo lo contrario.
Cuando se trata de momentos puntuales o etapas concretas en tu vida en los que lo que te has propuesto conseguir requiere de un nivel de esfuerzo mayor del habitual para ti, siempre deberías de encontrar respuesta a la siguiente pregunta:
¿Para qué estoy haciendo este esfuerzo durante este tiempo?
O sea, debe de ir acompañado de un propósito, un MOTIVO QUE JUSTIFIQUE ese esfuerzo y SOLO DURANTE UN TIEMPO.
Por ejemplo, alguien que está estudiando para aprobar unas oposiciones o unos exámenes sabe que el esfuerzo que necesitará dedicar a este propósito es temporal y que es necesario este “peaje de esfuerzo adicional” antes de obtener el resultado que desea conseguir.
Pero sabiendo que solo va a ser durante un tiempo y el conseguir ese objetivo justificará el CÓMO LO VA A CONSEGUIR, y que necesite de más dedicación y esfuerzo para ello.
Sin embargo, cuando esto se convierte en algo habitual en nosotros y SIEMPRE NOS SUPONE UN GRAN ESFUERZO el poder conseguir lo que deseamos, lamento decirte que:
- No existe congruencia entre lo que PIENSAS y lo que SIENTES respecto a conseguir tu objetivo.
- No están alineados tus objetivos con tus DONES Y TALENTOS.
- No está alineado ese objetivo con los deseos de tu ALMA.
- No estás siendo SINCERO contigo mismo cuando respondes a estas preguntas:
¿Para qué estoy haciendo este esfuerzo?
¿Verdaderamente deseo ese objetivo?
¿Será bueno para mí y para mi entorno que lo consiga?
¿Lo desea mi Ego o lo desea mi Alma?
Estamos acostumbrados a que se potencie la cultura del esfuerzo y a desvalorizarnos cuando conseguimos hacer cosas que no nos suponen un gran esfuerzo.
Ya sea porque para nosotros es algo fácil, o porque incluso lo hacemos de manera innata y natural, y por lo tanto carente de valor para nosotros.
Solemos equiparar
ESFUERZO = VALORADO
y por lo tanto
NO ESFUERZO = NO VALORADO
Esto por supuesto es un error porque si solo nos enfocamos en valorar únicamente lo que nos ha supuesto un gran esfuerzo, no reconocemos nuestros talentos y no los potenciamos. Considerando que cómo son genuinos en nosotros no merecen ser incentivados.
Esos talentos con los que has nacido y con los que morirás y que, sin lugar a duda, son únicos para ti.
Pero en muchos casos, sin poder vivir de ellos, sin poder desarrollarlos para que otras personas también se beneficien de ellos ya que si tú no reconoces el valor de tus talentos no puedes pretender que los demás lo hagan por ti.
Cuando estés atravesando una etapa donde identificas que tus esfuerzos son excesivos para alcanzar ese objetivo que te habías planteado, te invito a que te puedas replantear de nuevo el para qué de ese objetivo y valorar si ese modo de conseguirlo te merece la pena o puede haber otras opciones más adecuadas para ti.
El secreto está en saber encontrar el JUSTO EQUILIBRIO entre dedicar más esfuerzo solo cuando es necesario y durante un tiempo acotado, sabiendo que el propósito verdaderamente lo justifica.
Y disfrutar del proceso de la consecución de tus objetivos sabiendo que están perfectamente alineados con lo que piensas y sientes, para que tus acciones sean los pasos claves para conseguirlos con éxito.
Photo by Geoffrey Baumbach on Unsplash