Hoy te doy mi particular visión del tercer acuerdo que nos propone el Dr. Miguel Ruíz en su libro “Los Cuatro Acuerdos”.

Y que dice así:

No hagas suposiciones

Cuando tu vida se basa en suposiciones, tu respuesta emocional es de sufrimiento. Te aseguro que seríamos mucho más felices si desde pequeños nos acostumbráramos a no hacer suposiciones tan a la ligera como lo solemos hacer.

Y es totalmente normal interpretar, pero lo que sucede es que cada interpretación pasa por el tamiz, o sea por los filtros de cada persona y es ahí dónde no suelen converger las mismas interpretaciones.

Así que ante una misma situación dos personas la verán y vivirán de manera totalmente diferente, según hayan sido:

  • Sus experiencias pasadas.
  • Las experiencias de su entorno con el que han estado en contacto.
  • La información o «desinformación» a la que han tenido acceso.

Todos estos aspectos habrán creado en la persona unas CREENCIAS que influirán de una manera muy personal a la hora de interpretar cada situación.

Tener la capacidad de identificar y sacar capas de creencias de cada persona, como si de una cebolla se tratara, ciertamente es lo ideal para llegar al punto de no interpretar y por lo tanto no suponer.

Y como le diría el juez a un abogado en un juicio:

“Señor letrado AJÚSTESE A LOS HECHOS”

Te animo a que cada vez que te descubras haciendo suposiciones sobre cualquier situación, te pares y recuerdes ajustarte a los hechos.

De esta forma estarás poniendo distancia en ese asunto y así poder dejar de interpretar cada día un poco más.

Y como si de una declaración oficial se tratara, NO TE DES OPINIONES A TI MISMO sino una narración de los hechos lo más ajustada a la realidad.

Te aseguro que si lo empiezas a poner en práctica te sorprenderá la cantidad de veces que estás suponiendo, en lugar de ceñirte a los hechos narrándolos tal cual han sucedido.

Esto pasa porque intervienen nuestras EMOCIONES. Y éstas son las que te llevan a interpretar, y en muchas ocasiones haciendo que te enfoques en el peor escenario de esa situación. Provocando en ti estados emocionales muchas veces innecesarios y que te llevan a sufrir.

Y todo ello basándote, como ya he mencionado antes, en tus experiencias pasadas y las del entorno en las que estás inmerso. Y muchas veces asociándolo inconscientemente a un recuerdo emocional. Haciéndote responder en modo defensa y totalmente en automático.

Llevándote a repetir los mismos patrones emocionales ante situaciones que consideras similares.

Y la manera de responder ante situaciones “similares” puede ser en automático o poniendo conciencia en ello. Cuando lo hacemos en automático podemos sorprendernos con reacciones de las que después nos podemos arrepentir.

Y todo esto responde a la necesidad que tiene nuestro cerebro de buscar la forma de estructurar nuestra particular visión del mundo de una manera, en teoría, más fácil y práctica.

Para entenderlo, es como economizar nuestro comportamiento. Y nuestro cerebro busca, de manera automática dentro de nuestros programas mentales, situaciones similares para responder de la misma manera “economizando” los recursos y respondiendo en modo defensa ante lo que considera “amenazas”. Es por ello por lo que en muchas ocasiones repetimos los mismos patrones de respuesta.

Pero ¿Qué sucede cuando esos patrones de respuesta ya no nos son útiles?

Debemos de poner atención a cómo está siendo nuestra pauta habitual para identificar si nos estamos basando en conjeturas del pasado o abrirnos a la posibilidad de que no tienen por qué repetirse las mismas situaciones.

Al final, el hecho de poner atención y conciencia en nuestras vidas es lo que va a favorecer que no sigamos utilizando los mismos patrones de respuesta emocional ante situaciones que hemos interpretado como similares a otras ya vividas.

Si utilizamos el símil de un vehículo con marchas automáticas o manual, sería como elegir tú en cada momento qué marcha quieres utilizar para conducir.

O dejar que sea tu coche el que decida la marcha en función de los programas preestablecidos que trae de fabricación.

Y que, por supuesto, pueden ser los más económicos para el vehículo, pero NO los más eficientes para la experiencia que quiere vivir el conductor en ese momento.

Cuando en tu particular visión del mundo llegas a conjeturas y suposiciones que afirmas como ciertas para ti, esto hará que en un tiempo tu realidad te muestre esa creencia en tu vida.

Y LO QUE CREES Y SIENTES COMO CIERTO, LO CREAS para ti

Photo by The Nigmatic on Unsplash

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