¿Somos más energía que materia? ¡Si no lo veo no lo creo!

Sé que es difícil creer algo que no vemos. Y sobre todo porque durante toda nuestra vida nos hemos guiado por lo que nuestros sentidos nos han mostrado.

Así que solemos otorgar credibilidad a lo que podemos ver, pero si no es así directamente lo rechazamos llegando a conclusiones como estas:

“Si no lo veo, no lo creo o me cuesta creerlo”

Y esta manera de ver la vida con un estrecho ángulo de visión, es lo que hace que NO exploremos nuevos paradigmas disponibles para nosotros.

Nuevas maneras de interpretar el mundo para conseguir sentirnos con un mayor bienestar mental y emocional, y no únicamente enfocándonos en lo que vemos en nuestra realidad.

Los seres humanos somos materia y energía, pero mucha más energía que materia. Eso hace que para cuando algo ya se ha manifestado en nuestro cuerpo físico, antes ha tenido que afectarnos intensamente a un nivel energético.

Por ese motivo es tan importante atender nuestro estado energético a modo de prevención, para que no aparezcan dolencias innecesarias en nuestro cuerpo físico. O al menos poder evitar el mayor número posible.

Y si te estás preguntando:

Pero, ¿eso quiere decir que no me voy a enfermar o no voy a tener dolencias físicas si cuido de mi estado energético?

No al 100%. No quiere decir que a partir de ahora ya no vayas a tener ningún resfriado, ninguna molestia física… ya que muchas de las manifestaciones físicas que puedes tener actualmente son el resultado de tu estado energético de años anteriores.

En algunas situaciones, para cuando se materializa en nuestro cuerpo físico antes ha tenido que afectar a nuestro estado energético y dependiendo de la intensidad y tiempo que tarda en manifestarse esa condición en nuestro cuerpo, esto se reflejará físicamente más o menos rápido.

Tus pensamientos y tus emociones son también energía

Por lo que, dependiendo de la calidad de tus pensamientos, así serán tus sentimientos acerca de eso que has pensado. Y, por lo tanto, así será tu energía vital en esos momentos.

Un estado prolongado de emociones negativas conllevará como resultado que tu frecuencia vibracional sea muy baja. Pudiendo afectar también a tu estado físico en un tiempo.

Eso quiere decir que, si atiendes tu estado energético, tu cuerpo físico también se va a beneficiar sustancialmente, evitándote en algunos casos tener que sufrir dolencias físicas más graves.

Cuando una persona sucumbe al miedo está en la frecuencia vibracional de más baja densidad, provocando que en su estado mental se reflejen estados depresivos, ansiosos, reactivos, inseguridades…

Por eso es importante atender la frecuencia vibracional en la que te encuentras en cada momento para poner conciencia y conscientemente elegir elevarla.

Eso no quiere decir que no reconozcas que en tu entorno o en el mundo suceden cosas que no te gustan y que, por supuesto no admites que eso esté sucediendo, pero precisamente por ese motivo pones mayor conciencia para qué utilizando tus herramientas de conexión interior puedas evitar que esos sucesos y situaciones de baja vibración te afecten a ti en exceso.

Esto lejos de ser un acto egoísta, es un acto de gran responsabilidad por tu parte porque pones mucha conciencia y eliges elevar tu frecuencia, y contigo la de tu entorno.

Así que lejos de sentirte culpable o egoísta por no sucumbir ante las bajas frecuencias del miedo ante situaciones que ves en el mundo y que consideras totalmente inadmisibles que sucedan, estás poniendo mucha conciencia en qué vibración quieres emitir tú y desde ahí actuar en lo que consideres que está a tu alcance.

O sea, estás evitando mimetizarte con la vibración de esas situaciones, pero actuando en lo que en tu mano esté para colaborar o aportar tu granito de arena.

Esa situación que las noticias te están mostrando, esa situación que tu entorno vive y que te puede afectar más directamente o menos, está pidiendo de ti que la mires desde una nueva frecuencia mucho más elevada y desde ahí la puedas atender.

Primero si en tu mano está hacer algo, HACERLO.

Y si en tu mano no está hacer algo, no dejarte arrastrar por esas circunstancias provocando que te hundas con ellas.

Cuando vas en un avión y te explica el asistente de vuelo que en caso de un accidente primero de todo tienes que ponerte tú la máscara de oxígeno para que, en caso de necesidad, puedas atender a otros pasajeros.

Pues tal cual es así como tienes que preservar tu frecuencia vibracional.

Primero vibrar tú alto sin sucumbir a los miedos, para poder ayudar así a los demás a que superen los suyos

Sinceramente ¿Crees que esta es una postura egoísta o insensible?

Si has contestado que sí ☹, te invito a que revises qué creencias tienes acerca de poner por delante tus necesidades a las de los demás y sin sentirte culpable.

En el mundo siempre van a haber conflictos y en tu entorno siempre van a haber circunstancias que no te van a gustar y que vas a rechazar.

Pero en tu mano va a estar el saber responder desde una vibración alta a esas circunstancias y no mimetizarte con ellas para no acabar en esa misma frecuencia de vibración de miedo. Porque desde ahí, no ayudas a nadie, aunque te parezca que eres más empático.

Muchos de vosotros seguro que ya colaboráis con entidades sin ánimo de lucro o hacéis algún tipo de voluntariado para causas en las que queréis implicaros.

Ya estáis haciendo vuestra aportación personal económica o en tiempo. Eso es ser solidario y empático.

Pero eso no quiere decir que tú tengas que vibrar en la misma frecuencia baja que esas personas a las cuales estás ayudando, sino todo lo contrario como tú pones conciencia en tu vida y quieres vibrar alto, estás en mejor disposición para poder ayudar a otras personas.

Un médico no se solidariza con su paciente enfermando con él, ¿verdad?

Si no que aporta todos su conocimientos y mejor predisposición y energía para que la situación de su paciente se resuelva de la mejor manera posible. Y actúa para que así sea.

No se toma una dosis de veneno para poder sentir los mismos síntomas que su paciente y así sentir que se solidariza con él.

Es ilógico ¿verdad?

Pues te animo a identificar en qué momentos de tu vida estás tomándote esas dosis de “veneno” por una mal entendida solidaridad o empatía.

Y ahora te invito a que te preguntes:

¿Qué está pidiendo de mí las situaciones conflictivas?

Y mi propuesta es:

Que atendamos nuestra frecuencia vibracional para poder observar estas situaciones y tomar acción con conciencia, pero sin establecernos en la queja y solo mantenernos impasibles con una vibración de miedo y baja frecuencia.

Cuando entiendes e integras que

Tu paz mental ayuda a la Paz Mundial

tu único objetivo es conseguir mantenerte en tu paz mental ante cualquier situación conflictiva.

Pero para ello debes de ir educando a tu mente poco a poco a estar cada vez más en calma y serenidad, gracias a las prácticas de conexión interior.

Si quieres ser de las personas que quieren elevar su frecuencia de vibración conscientemente comienza por pinchar aquí.

Regístrate y recibe tu antídoto diario a esas dosis de veneno 😉

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Estaré feliz de recibir tus comentarios y saber también si has identificado esas dosis de “veneno” diario.

¡Te envío un fuerte abrazo de energía!

Laura León Basalo

Foto de Shane en Unsplash

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1 comentario en «¿Somos más energía que materia? ¡Si no lo veo no lo creo!»

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